miércoles, 30 de mayo de 2012

Otro ejemplo de valoración crítica de La Colmena


Esta obra nos retrata el Madrid de posguerra, a través de una sucesión de secuencias, en las que vemos a más de 200 personajes pasar por el café de doña Rosa o relacionarse  con Martín Marco. Mediante un narrador objetivo, en tercera persona, que a veces opina y se dirige a los lectores ( “Dios nos pille confesados”), van apareciendo los diferentes personajes con sus miserias, sus privaciones, falta de ideales o miedos. La acción se  desarrolla durante dos días, estructurada en seis capítulos y un final, sin orden cronológico, con predominio del diálogo sobre la narración, un diálogo que reproduce el habla coloquial madrileña, caracterizando a los personajes e informándonos de su vida.
Los dos personajes básicos son doña Rosa y Martín, diferentes en ideales y posición económica. Mientras la primera lleva un negocio lucrativo y ejerce su tiranía sobre los camareros y clientes, el segundo es un pobre intelectual que vive de la generosidad de su hermana, amigos y conocidos. Estos dos personajes son claves pues conectan a todos los demás, presentando la ciudad como un organismo vivo, protagonista  real de la novela.
Aunque todos se mueven por interés, con la intención de sobrevivir o mejorar sus condiciones de vida, Cela nos los presenta con afecto, haciendo que comprendamos sus motivaciones por la influencia de la guerra civil y la posguerra.

domingo, 27 de mayo de 2012

La Colmena. Valoración crítica


“LA COLMENA”. VALORACIÓN CRÍTICA.

La novela de Camilo José Cela, escrita en 1951, pertenece a la etapa del realismo social. Nos presenta un personaje colectivo (salen unos trescientos personajes), que nos retrata el Madrid de  1942, centrándose en tan solo dos días. Mediante la técnica del contrapunto, nos ofrece un conjunto de secuencias  en las que estos personajes aparecen entrelazados, siendo  los  ejes que relacionan  a unos con otros:  doña Rosa, dueña del café por donde pasan la mayoría de ellos, y Martín Marco, amigo, familiar o conocido de gran parte de ellos. Precisamente estos dos personajes son opuestos, el personaje de Doña Rosa destaca  por su crueldad y despotismo, al tener un negocio que le proporciona un buen estatus social; en contraposición al idealista intelectual Martín Marco, que vive de la caridad de su hermana, sus amigos e incluso conocidos.

Todos los personajes se mueven por interés, para intentar de alguna manera sobrevivir a esa situación de pobreza y desesperación que les rodea. El tema de la prostitución y el sexo está muy presente, desde la casa de citas para novios y amantes, pasando por  el burdel, hasta las chicas que son amantes de hombres mayores y ricos, e incluso la venta de la virginidad de una huérfana.

El autor nos describe lo que va ocurriendo de una manera objetiva, aunque hace algún comentario a los acontecimientos que narra,  transmitiéndonos un gran pesimismo y una sensación de impotencia ante los hechos que cuenta. Predomina el diálogo sobre la narración, con una gran destreza para imitar el lenguaje de los diferentes estratos sociales que retrata.

La Colmena es una novela social  porque es un testimonio del egoísmo, la falta de escrúpulos, el hambre y la pobreza del pueblo de posguerra.


viernes, 25 de mayo de 2012

TeatroSXX. Nuevas formas.

http://comediants.com/

http://www.lafura.com/web/cast/mediateca.php
http://www.lacubana.es/esp/principal.html